En la lejanía un lobo aúlla desgarrando las tinieblas y el viento trae hasta la costa su sonido. La mar lo envuelve con la cadencia irregular de su canto eterno depositándolo en la orilla, donde duerme la arena de una playa solitaria. Bienvenid@, navegante a mi mundo convulso. El lobo imprimió su huella en la arena para que te recrees, leas y sonrías.
miércoles, 2 de septiembre de 2009
Sueños de algas.
Por los sueños galopan historias de besos aun por inaugurar, donde no hay ataduras ni cadenas más fuertes que los senderos de saliva que solo yo transito. Los brazos se enredan en ti, hundiéndose en las profundidades de un mar que tan bien conocen los amantes enamorados. Hay estrellas que se encienden y se apagan en el cristalino de tus faros donde a veces anidan diamantes de lluvia. Hay alientos de algas en los pliegues de tu boca, que sin rozar apenas, erizan las olas que recorren corrientes desconocidas hasta ahora. Hay lunas de plata brillando en los triángulos isósceles que componen las eses de tu cuerpo sobre la arena de mi playa oscura y el tacto de tu pelo lacio sobre el torso desnudo, descubre paraísos que llevan tu nombre luminoso porque la luz siempre brilla en el sol de tu sonrisa.
Por el lobo que camina.
Imagen es luparia en Nivaria
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