En la lejanía un lobo aúlla desgarrando las tinieblas y el viento trae hasta la costa su sonido. La mar lo envuelve con la cadencia irregular de su canto eterno depositándolo en la orilla, donde duerme la arena de una playa solitaria. Bienvenid@, navegante a mi mundo convulso. El lobo imprimió su huella en la arena para que te recrees, leas y sonrías.
jueves, 28 de enero de 2010
Las Musas
* imagen Michel & Inessa Garmash .- En vogue-art.
Las musas son presencias silenciosas que se ocultan detrás de las sombras quietas, para insuflar palabras en los espacios blancos. Colorean con sus alas prodigiosas las mentes que vagan perdidas en planos extraños sin poesía. Ese lugar aciago al que acude el escriba cuando crea frente al folio vacío, donde la soledad habla con la voz de vientos callados, inertes, o fríos, se llena de su presencia etérea; revolotea inquieta en los cielos circundantes donde todo es gris y el todo es nada. Ellas acuden ajenas al tiempo humano llenando las frases con sus voces de luz, porque quien las aguarda nunca las halla y quien con ellas se encuentra, permanece iluminado.
Por si acaso leen las letras que inspiraron, desde la oscuridad sin estrellas donde estoy anclado, lanzo una súplica a las nueve musas:
¡Oh! amables os invoco: Caliope, Clio, Erato, Euterpe, Melpómene, Polimnia, Talia, Terpsicore, Urania; volved prontas y sed mi sobra. La tinta detenida de mi pluma aguarda, ser otra vez, el torrente del día después de la lluvia.
Por el lobo que camina.
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