En la lejanía un lobo aúlla desgarrando las tinieblas y el viento trae hasta la costa su sonido. La mar lo envuelve con la cadencia irregular de su canto eterno depositándolo en la orilla, donde duerme la arena de una playa solitaria. Bienvenid@, navegante a mi mundo convulso. El lobo imprimió su huella en la arena para que te recrees, leas y sonrías.
martes, 7 de septiembre de 2010
En el raso de la noche.
Imagen La noche, M. Carnicero. Oleo
La noche tiene la oscuridad del té que humea sobre a la mesa del porche, pero si te asomas al círculo negro de su boca, pueden verse titilar luceros. En el collar de perlas que brilla tan lejos, observo el lánguido vuelo de unas nubes que cambian de forma sobre el lienzo sombrío. la luna Se ha escondido y quizá nos observe sonriendo desde su alta atalaya del firmamento; ese cielo que es espejo profundo y tiñe los mares de sombras. La tierra envuelta en su manto, es sólo una amalgama de azabaches; un precipicio de tinieblas por el que se despeñan nuestros ojos acostumbrados a la luz, hasta que colisionan contra esa bóveda oscura, porque es alli sin duda donde la luz se fuga cuando a las tardes muere rodeada de sangre.
Por el lobo que camina.
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Mirar la noche asi es un privilegio...un abrazo,Lobo
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