En la lejanía un lobo aúlla desgarrando las tinieblas y el viento trae hasta la costa su sonido. La mar lo envuelve con la cadencia irregular de su canto eterno depositándolo en la orilla, donde duerme la arena de una playa solitaria. Bienvenid@, navegante a mi mundo convulso. El lobo imprimió su huella en la arena para que te recrees, leas y sonrías.
lunes, 27 de septiembre de 2010
Vigèsimo sèptimo desvarìo.
Resuena la música en las paredes blancas: Cal y huesos al sol de un estío extinto y congelado en el cielo. Inerte, piedras redondeadas por el tiempo y el agua. La rueda de un alfarero gira y el barro suda agua clara. Pasa una nube recorriendo el azul y oculta el sol con su velo de seda cambiando las sombras que cincelan el jardín. muros y setos dejan de proyectar sus alargadas manos sobre el suelo y durante ese instante, reina el viento desordenandolo todo a su paso. De los árboles caen muertas las ideas ocres del otoño. Grana y sol,de la tierra mana su cosecha de sangre y se decanta en las calles solitarias que llevan al mar.
Resuena la música sobre las paredes blancas. Cal y huesos, folios en blanco de un estío que murió en el silencio sin calor.
Laüra Sin.
Por el lobo que camina.
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Me he concentrado más en la foto. ¿Será posible que eres tú? Te dejo un cordial saludo.
ResponderEliminarLa imagen es sòlo un paisaje humano con luz y mar, y por ser posible, pudiera ser que todos los lobos se parezcan a contra luz...
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