Desvariando I

imagen tomada de El silencio del buddha

Es la costumbre de la práctica, el ejercicio repetido en acción del verbo. Es todo aquello que soy sin ser de verdad reflejo de mi mismo, y aunque el espejo no me muestre diferente, realmente puedo serlo. A veces no sé si es ciertamente él o soy yo quien está ahí; no lo escucho pero presiento su esencia incluso antes de que suceda. Y ocurre de repente, sin aviso, con el pretexto de algo que he sentido o me desgarra sin venir a cuento, dejándome abstraído de todo lo que me rodea. Y me abraza y me estrecha,acogiéndome en su seno.
Nadie es más por ello, pero sucede que suele ser así, y en quienes no habita, su hábito enferma de uniformidad. Moldea el barro que en nosotros es materia, hasta convertir la electricidad en razón, la fuerza en herramienta.
Puede que mientras escribo no se note su naturaleza, pero es el motivo por el que se unen las letra y el modo y la apariencia.

Por ello permítanme que ejerza todo lo que hasta ahora al respecto he dicho y en el silencio se profesa mejor.

Por el lobo que camina.-