viernes, 10 de diciembre de 2010

Geografia


Tractat de las cosas que no sé-

Hay tantas cosas que ignoro, que las que sé, son una isla diminuta en medio de la mar. Desde el catalejo puede parecer inmensa, ya que cuentan con algunos volcanes extintos que se elevan puntiagudos sobre la planicie, pero no te dejes abrumar, al otro lado tan solo hay otra vez mar. Al tajamar se llega desde una ensenada abierta que se cierra en imponentes y afiladas rocas; parecen no tener caminos, pero si fijas la vista, encontrarás una calzada poco transitada que asciende hasta la montaña. La vereda está sembrada con las ruinas silenciosas de otros tiempos, y como cipreses, susurran con el viento. Hay un valle florido entre primavera e invierno, pero ese no es del todo mío, ya que pertenece a los libros que se dejaron leer. En el centro de mi tierra hay minerales oscuros, oscuridad y una caldera volcánica, que de vez en cuando, alumbra los cielos con su magma; Hay una mina a la que no suelo bajar porque me da miedo todo aquello que una vez quedó allí olvidado. Hay un payaso encerrado en el alma de un niño que fue obligado a madurar; hay un explorador de lo cotidiano, un argonauta en la laguna insondable del placer, que además es solitario.
En la isla hay siempre amenaza de tormenta, y tanto es lo que llueve, que riega la avidez de conocer y allí reside eso que ves: un bachiller demasiado curioso que ha viajado un poco, ha leído más, y ha sentido cada palabra en los poros de su piel.

Por el lobo que camina.

Safe Creative #0908074208066

4 comentarios:

  1. Me gustan los payasos. No importa el lugar por donde anden, pero el que describes es muy bueno para encontrarlos. Utilizo su sonrisa abierta, debajo de la narizota y el brillo de sus ojos, para captar esa isla con minas y volcanes, en la que casi siempre llueve.

    ResponderEliminar
  2. Si el payaso esta encerrado siempre puede ser liberado ¡pobre quien lo tenga muerto!. En tu isla tal vez llueva pero tus palabras son brillantes como los rayos del mas intenso sol.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  3. El doctor Garrick tenia razón Pilar, siempre sonrisa abierta.
    Aullidos de mar y algas

    ResponderEliminar
  4. La lluvia riega la tierra y luego crece la hiedra verde por los muros y casas de tu tierra verde.
    Aullidos y abrazos afectivos

    ResponderEliminar