jueves, 13 de enero de 2011

Ítaca



Siempre me he sentido inmerso en un viaje de regreso a Ítaca, sin saber muy bien si realmente soy de allí, si existe, o si acaso es aquella ciudad la que ha de aguardar mi regreso. Tampoco sé si regreso de veras de ninguna parte o si el camino que recorrí hasta el presente de lo que soy, no es más que un sueño extraño, una metáfora inconexa de un texto inacabado que inventé una vez.
¿Escribo realmente de lo que aconteció o es lo acontecido una historia diferente a la que recuerdo? presiento que lo único cierto fue la guerra que duró tan largo tiempo y sin embargo sus ecos me son muy extraños.
¿Soy aquel que usó el ardid de caballo, a las puertas de la lejana ciudad de los caballos?
Ciertamente no lo sé, pues la memoria no me alcanza ya que la he superado y me aguarda en la frontera que hay detrás del horizonte como legado. Es más posible que nunca abandonase a Circe y entonces el mar que rodea mi nave no es realidad, como tampoco he de serlo yo mismo, ni las velas o los vientos que las hinchan impulsándome hacia esa Ítaca que he me ha olvidado. Pero si eso es cierto, ¿dónde se hallan los compañeros? ¿Por qué me veo solo a las puertas de este templo rodeado de mar? Sospecho que en la mano de Polifemo quedó el sello con todas las repuestas y sin él, la venganza de los mares habrá de alcanzarme tarde o temprano al final. Veo a las sirenas cercando con su silencio las viejas tablas de mi barco, desgarrándome la piel con su cabello de fuego, asediando la isla de mi cuerpo con sus labios entre abiertos, más no son ellas la amenaza sino yo: el forastero que irrumpe en su reino de canciones, mar y rocas negras.
Una vez más me he perdido en la mar y aunque a lo lejos pueden verse las murallas que rodean el puerto, o la mujer que aguarda en las almenas mi regreso, el espectro que cabalga en la niebla lo ocultará, colocando en su lugar otra vez mar, porque me ha sido negado llegar jamás a tierra hasta regresar a Ítaca.

Por el lobo que camina.
Safe Creative #0908074208066

8 comentarios:

  1. La última parte de tu escrito me ha impresionado...por un momento me imagino no poder pisar tierra hasta dar con Itaca.
    La búsqueda puede durar toda una vida. ¡Ay!
    Te dejo muchos saludos sin mar a la vista.

    ResponderEliminar
  2. Es esta tú aventura
    es este tú viaje
    es este un lugar especifico
    pero eres tú tus experiencias
    tus sueños cumplidos
    tus obstáculos vencidos
    es este no solo el lugar
    eres tú allí existiendo
    Me agrada mucho leerte…Gracias por compartir Caballero

    ResponderEliminar
  3. En alta mar todo puede -y debe- suceder ...
    Aullidos y saludos de mar y algas

    ResponderEliminar
  4. la mayor aventura es sobrevivir a la vida y vivir para contarlo. -el río que nos lleva hacia el mar de sombras.

    aullidos y saludos y gracias por leerme.

    ResponderEliminar
  5. Todos somos un poco guerreros perdidos en la mar, con ganas de regrear a casa y a nuestro amor, aunque las olas y las guerras de la vida nos lo impidan. Saludos Lobo

    ResponderEliminar
  6. Asi lo creo Abela, somos navíos que se enfrentan a la mar.
    Aullidos y saludos

    ResponderEliminar
  7. Busque a ítaca en el mar ,
    en las islas de los corazones ,
    la busque en continentes
    en esos navíos que surcan el gran mar,
    y nada supe de ella,,,,,,,
    entonces cerré ms ojos y escuche mi silencio
    y allí la encontré.

    ResponderEliminar
  8. Así es Lauviah,las murallas de Ítaca están hechas de matería eterea. Aullidos de bienvenida.

    ResponderEliminar