En la lejanía un lobo aúlla desgarrando las tinieblas y el viento trae hasta la costa su sonido. La mar lo envuelve con la cadencia irregular de su canto eterno depositándolo en la orilla, donde duerme la arena de una playa solitaria. Bienvenid@, navegante a mi mundo convulso. El lobo imprimió su huella en la arena para que te recrees, leas y sonrías.
lunes, 7 de marzo de 2011
La vieja barca
Imagen cedida por la amable Li..*http://akisina.blogspot.com/
Estabas ahí: amarrada a la orilla como lo están las rocas y el fondo que te acaricia la quilla; la marea se había ido sin ti una vez más, intentando, como tantas veces, desasirte de la soga para llevarte junto a las olas al otro lado de la barrera litoral. En otro tiempo eras el sueño de alguien que quizá ha olvidado el murmullo de la mar. Quiero creer que tu marino de ojos grises ha quedado varado junto al puerto lo mismo que tú; que la vida le engulló despacio, amarrándolo a una taberna con cristales impregnados de vaho. Me gustaría imaginarlo recordándote bonita:
La cubierta resplandece vestida de rojo y el sol hace brillar el blanco de tu casco. Unas olas de plata mecen tu sueño y en la popa sin tocar el agua, sueña contigo un viejo motor. Tú en cambio lo haces con su ruido, con las olas saltando rotas el tajamar. La costa te saluda cuando paseas asida de su mano y la brisa os despeina por igual, o quizá sea la luna quien os avista en la oscuridad de las noches de calamar. Una boya se tambalea en el horizonte de sombras, pintando de verde las olas; cuando pasas a su lado te saluda acostándose primero a babor como intentando seguirte, pero no consigue alcanzar tu estela, que se aleja en dirección al puerto.
Hoy la lluvia, esa que anidó en tu sentina haciendo crecer la hierba de la cubierta, te lava la cara y las algas y la sal se aferran a tu casco como si dibujaran grafitis. Debe ser que al verte desvalida no quieren dejarte sola. Por eso has decidido anotarlos como tripulantes en el rol de la bitácora y navegar como antaño bordeando los cabos, aunque ahora sean imaginarios.
Veo a unos niños señalarte y agitar locamente sus manos, quizá esta noche seas la almirante de los sueños de piratas. Antes de que sus voces te alcancen me alejo por el muelle arrojándote una sonrisa, con el deseo de que venga pronto la mar en tu rescate.
Estabas ahí: amarrada a la orilla como lo están las rocas y el fondo que te acaricia la quilla.
Por el lobo que camina.
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Adoro el mar y todo lo que tenga que ver con él y por supuesto tu entrada. Me gusta como detallas las cosas. Un saludo.
ResponderEliminarQué hermoso relato, Lobo!!! :)
ResponderEliminarSaludos
Jeve.
Yo fui de esos niños(y creo que aun sigue siendolo)...y vi esa barca...no una cualquiera ,sino ESA misma de la que hablas...un placer bucear en tus letras, lobo-...un abrazo
ResponderEliminarGracias Li..*para el lobo la mar lo es todo.
ResponderEliminarAullidos afectivos
celebro que te haya gustado jeve, aullidos como nubes y palabras de abrazo
ResponderEliminarLos que hemos crecido rodeados de mar tenemos sal en las venas y gaviotas en la cabeza.
ResponderEliminarAullidos afectivos amigo
si , ahi esta recordando, mientras la mar sigue acariciando en su orilla su delicada madera , esa que algún día fue y sigue siendo a los ojos del que ve.
ResponderEliminarCurioso miro la foto y sigue en el mar.
Un saludo .
realmente genial
ResponderEliminarme encanto
un relato simple, lleno de imagenes y poesia.
me transporto a ese lugar.
¿conoces el libro de relatos tierra maldita?
son pequeños cuentos sobre el sur del pais, de marinos, navios, y ciudades costeras.
muy interesante
La vida es un mar extraño donde nada desaparece eternamente Lauviah; un dia regresa otro quizá se vaya. Todo cambia aunque permanezca.
ResponderEliminarGracias maese Danilo por la huella y por el descubrimiento. desconocía al Sr. Liborio, pero indagaré al respecto, lo poco que he leído en la red es impresionante.
ResponderEliminarAullidos y saludos