martes, 8 de noviembre de 2011

Me dueles amor


Imagen tomada de recurriendo al pasado American Star (2004)
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Cómo duele el desamor cuando nos atraviesa el costado. Nunca duele de inmediato, no; espera a que transcurran unos segundos certeros y luego cuando el eco de la afilada roca aun no ha cesado resonando en todas las cuadernas del casco, es cuando lacera y duele hasta matarnos. Duelen las palabras que para el amor inventamos; duelen los abrazos y se incrustan los besos cuán cristales de hielo en los labios. Duele el recuerdo feliz de ayer y se vuelve lejano; tan lejano como las estrellas que mirábamos acostados sobre la arena de una playa que era nuestra y que sin embargo, ya no lo es. Entonces el amor se hace extraño, despiadado. No nos conoce, ni nos reconoce. Es un ser que nos golpea sin compasión, como las olas del mar al cadaver de los barcos. Naufragamos, pero nada sucede de inmediato, no; entran las olas tan despacio que tarda una eternidad en mojarnos y partirnos en dos. Su tacto de hielo atraviesa la piel como las fauces de una bestia que nos devora miembro a mienbro hasta los huesos,y nos deja a merded del volcan de los recuerdos. Es ahora cuando, desesperados, nos arrancamos el corazón y lo arrojamos al mar violento que nos asola, pero solo para darnos cuenta, tarde, del error y tratamos de recuperarlo a toda costa. La mar nunca escucha ni nos sabe vivos, por eso nos arrastra hasta el fondo ahogandonos poco a poco.El aire es solo un recuerdo cuando el agua inunda la sangre y ya no vemos nada más que mar y tinieblas de la noche.
La luz de una mañana nos despierta varados y desnudos en la playa y cuando la calma parece iluminarnos, es cuando deviene el dolor y recordamos hasta matarnos.


Por el lobo que camina.

1 comentario:

  1. Buenoooo un texto sorprendente, hablar del amor asi tal cual... como siempre mezclado con esa naturaleza que tanto te gusta y tan bien detallas.
    un gran abrazo

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