viernes, 6 de enero de 2012

El Amante de la tristeza


Agnès Chevalier -óleo.


El amante de la tristeza siente que la soledad se ensancha a su paso, que la tiniebla se espesa hasta ensombrecer el mundo- la estancia-. El amor siempre acaricia su mano, suavemente, pero nunca para quedarse demasiado. El amante de la tristeza es un espejo que se rompe a la primera palabra; cuando los reproches duelen más que los puñales; cuando se enrocan los corazones tras la muralla. Entonces siente que el azul lastima , que no hay luz más allá de la piel, que los abrazos se extinguen con tanta facilidad que sobrecoge el alma. Nunca un beso llega a guarecerlo de la lluvia, pues siente que lleva diluviando demasiado tiempo. El amante de la tristeza sueña con la simplicidad de un niño parapetado en la trinchera donde caen las bombas, donde nadie ama a nadie, donde nadie camina si no en sus propios zapatos. Tan solo la ternura lo enternece y sin embargo ha aprendido a esconderse de los gritos, de las estocadas que se dan por la mañana, cuando el corazón está en ayunas esperando unos labios. El amante de la tristeza huye lejos y huye rápido cuando el amor no es suficiente para sustentarlo o las palabras no son actos de cariño ni discípulos de la reconciliación.
El amante de la tristeza observa el cielo buscando señales que lo protejan de los vientos de cambio siempre a peor; Observa los temporales que asolan su alma deseando que la calma llegue con la mañana del amor, donde los barcos navegan lentos y no naufragan por la misma roca todo el tiempo. El amante de la tristeza siempre se está mudando sin perder la esperanza de que un día el amor sea suficiente para el amor.

Por el lobo que camina.-


4 comentarios:

  1. Basta una palabra bellísimo Y otra me has enriquecido el alma, gracias

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    1. Gracias a ti estimad@ lector anónim@, el lobo saluda tus letras en profunda y sincera reverencia. G.L.G

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  2. releo ahora mis letras, con la distancia del tiempo, que siempre retorna, una y otra vez... Vuelvo a sentir la tristeza que encogió mi corazón; el aire frio del desamor envuelve mi rostro a vez más y sin embargo todo ha cambiado y sin embargo todo está igual. La tristeza que ama a su amante me desgarra y me consuela por igual como aquel que contempla un arco iris mientras se empapan cuerpo y alma bajo el aguacero sin final. G.L.G.

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  3. La vida es un bumerán y..., cuando se tiene un alma generosa, te lo termina agadeciendo

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