martes, 27 de octubre de 2009

Llueve



Llueve. Lágrimas oblícuas se precipitan sobre el azul de la mar y las olas confunden las ondas que producen al chocar sobre la superficie de cobalto, que unos barcos en el horizonte lejano surcan. Las redes en el puerto destilan despacio las gotas y gentes protegidas por paraguas negros caminan cabizbajas sobre los adoquines llenos de charcos. Bajo el alar del tejado se guarece una gaviota que observa el discurrir de los caminos que el agua conforma a su paso.

La sirena ronca de un barco despliega sobre el cielo las alas de las aves que salen a la lluvia y con lentas maniobras, se aleja despacio de la superficie gris del muelle el ferry pintado de blanco y amarillo. En la cubierta vacía se despliega un pañuelo de plegarias que se impregna del salitre de los ojos tristes como la mar encerrada en los diques.
Llueven Lágrimas oblícuas que se precipitan sobre el azul del abrigo y las olas confunden su canto con los lamentos mudos de los barcos que danzan amarrados al muelle frio.Tiempos grises.

Porel lobo que camina.

**Imagen es luparia

No hay comentarios:

Publicar un comentario