jueves, 10 de septiembre de 2009

Eras la mar


**Imagen de Andrés Fernández.

La mar era sólo una amalgama difusa de azules donde se miraba el cielo. Era el espejo pulido que contenía las olas terminadas en blanco. Era el destino de todos los barcos a vela que iban llegando felices al puerto. La mar era la alcoba que mecía el cuerpo lejano de unas olas que esculpían sin saberlo tu nombre en la bajamar. La mar era el prado que cabalgaban los anhelos de la mente incapaz de no pensar en ti.


Por el lobo que camina.

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