sábado, 10 de octubre de 2009

Nuafrago de tí.


Naufrago de ti.

Imagen Guiseppe Dangelico pino. Desire, oleo.

La luz camina de puntillas dibujando la habitación,luego, recorre la piel que escapa a las sábanas blancas, descubriendo tu desnudez. Aún dormida abres los ojos y miras con desgana los dígitos fríos del despertador; con un gesto de desdén yergues la espalda sobre la cama y te desperezas mientras finjo dormir.
Una a una, cuento las vértebras que ascienden hacia la nuca dorada escondida en tu cabello, para descender por el borde de las axilas y detenerme en esos senos dormidos que apuntan al cuadro de la pared. Contemplo cada costilla que desciende hacia tu cintura y la redondez de las curvas insinúan el valle escondido que encierran tus muslos. Al levantarte descubro unas piernas eternas a contra luz y antes de que des un paso, te detiene mi abrazo desesperado que encierra el rostro bajo la piel . Tu tersa mano desciende hasta rozarme con ternura la cabeza y oprimiéndote el ombligo con los labios, digo:

No te vayas, quédate conmigo…

Con una sonrisa, te liberas de mi abrazo y pierdo de vista tu silueta desnuda atravesando la puerta. Es Entonces que despierto abrazado a la almohada una vez más y un nido de angustia se trenza en mi pecho donde unas aves me dictan que tampoco hoy vendrás a rescatarme.

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